ÉTICA Y ESTÉTICA DE LA  CATEDRAL DE CÁDIZ.


ÍNDICE

1-      Introducción.
2-      Localización histórica.
3-      Evolución de la obra.
4-      La cripta.
5-      Interiores.
6-      En la actualidad.


INTRODUCCIÓN.

La catedral de Cádiz es un edificio de tránsito de la edad Moderna a la edad Contemporánea. Hay que entender que el proceso de construcción de una catedral es un proceso largo, que en ocasiones, puede durar varios siglos. Es lógico, que en este tipo de construcciones se aprecie, por tanto, una determinada forma en función del estilo artístico predominante en el momento, la catedral de Cádiz, es una sucesión de elementos barrocos, del rococó y neoclásico. La construcción de una catedral depende del capital económico, es debido a la ausencia de este capital en determinados momentos que las obras se paralizan o disminuye la velocidad de construcción, así mismo, es normal que se vayan sucediendo distintos arquitectos con el paso del tiempo, cada uno aportando sus ideas en la construcción. Este hecho no disminuye la belleza de tal monumento, en mi opinión, la realza. Desde que la construcción se finalizó, lleva erigida siglos, y aún sigue en funcionamiento (religioso, cultural y turístico). Pienso que es la huella de nuestro bagaje histórico, un monumento digno de conservar y de apreciar.
           


LOCALIZACIÓN HISTORICA.

El patrimonio monumental de Cádiz, destacando y centrándome en la catedral de Cádiz pertenece fundamentalmente a los siglos XVII y XVIII, en los cuales, la ciudad vivió un gran impulso artístico, gracias a un desarrollo económico, originado principalmente por el  traslado de la Casa de la Contratación a Cádiz en 1717.  Este hecho, propició los intercambios comerciales entre Europa y las colonias españolas en América con la España peninsular y situó al puerto de Cádiz como enclave fundamental del comercio marítimo, pasando por este puerto el 75% del comercio con América. Esta prosperidad, atrajo una gran cantidad de personas y lo más importante, capital, esto le permite a la ciudad progresar y desarrollarse en todos los aspectos, convirtiéndola en una de las ciudades más importantes del mundo. Todo esto, fue el impulso definitivo para la construcción de la nueva Catedral.










EVOLUCIÓN DE LA OBRA.

Aportaciones de los distintos arquitectos.

El comienzo de las obras tuvo lugar el 3 de Mayo de 1722, basadas en el proyecto de Vicente Acero y Arebo, quien habiendo trabajado en la construcción de las catedrales de Granada y Guadix se convirtió en uno de los arquitectos más sobresalientes de su generación. Concibió un gran templo de estilo barroco, del que solamente pudo dejar realizado lo esencial de la planta y la cripta, ya que en 1729, y por problemas y conflictos con el Cabildo, dimite como director de las obras.

Tras esta dimisión se encargaría de la obra el arquitecto Gaspar Cayón, maestro mayor de la catedral de Guadix, que se hace cargo del proyecto en el año 1731. Cuenta con el apoyo de su hermano José como aparejador (maestro de obra). A ellos, se debe el alzado de los muros del templo, la capilla de la Asunción y el inicio de las portadas laterales. También, se les atribuye muchos detalles churriguerescos y rococó de los vanos y el friso, aunque en conjunto, respetaron el proyecto original de Vicente Acero y Arebo.

Llegamos al año 1759, se hace cargo del proyecto el arquitecto Torcuato Cayón, sobrino de Gaspar. Intentó subsanar algunos errores de construcción, sin éxito. Introdujo el gusto francés con el estilo neoclásico. Su trabajo se centró fundamental y exclusivamente en remodelaciones a la parte de la catedral ya edificada (reformó la planta y los alzados, hizo algunas rectificaciones en la fachada principal colocando las pilastras al orden jónico, y diseñó un coronamiento de estatuas para la cúpula y las torres) como consta en los planos del Archivo Catedralicio de Cádiz.
           
En el año 1789, tras la muerte de Torcuato Cayón, su discípulo, Miguel Olivares, se encarga de seguir adelante con la obra, su trabajo consistió en cerrar la nave central y los tramos de la nave transversal, levantar la fachada principal y las torres hasta los balaustres.

Interviene en la obra la junta de expertos en obras reales, a los que se les pidió nuevos diseños, siendo elegido el de José Prats, quien critica duramente a Olivares.

Manuel Machuca será el encargado de crear unos planos que concilien las ideas de Olivares y Prats para poner fin a las disputas existentes entre ambos arquitectos. En 1790, por orden de Carlos IV, que se había convertido en el protector de la obra, es nombrado director principal de la catedral, relegando a  Miguel Olivares como director constructor.
           
Las obras se paralizaron por falta de presupuesto en el año 1796.

Fue en el año 1832 cuando se reanudan las obras de la mano del valenciano Juan Daura, quien levanta la gran cúpula que cubre el presbiterio, reduciéndola de tamaño a la diseñada por razones de presupuesto y de falta de tiempo. Ordena la construcción de  un tambor, articulado por fajas, que enmarcan ventanas semicirculares, entre las que se intercalan esculturas de personajes sagrados. Está recubierta de azulejos vidriados de color amarillo fuerte, que la hace verdaderamente espectacular, sobre todo cuando se ilumina por los rayos del sol, brillando como si de oro se tratase.

Los viajeros románticos del XIX cuando llegaban por el mar, decían de la cúpula: “Tiara de oro hundida en el océano”, para hacer referencia a ese resplandor de la cúpula.

Para mí, es la característica más llamativa de la catedral junto con la cripta.


Vídeo sobre el exterior de la catedral, debido a la festividad de este domingo en la plaza no puedo filmar la portada barroca.



LA CRIPTA.

La cripta se encuentra situada bajo el presbiterio, es de planta plana y posee una bóveda muy rebajada. Está excavada en la misma roca sobre la que se desarrolla la vida normal de la ciudad, lógicamente está por debajo del nivel del mar.

La cripta se divide en tres capillas: 
  1. Una de ellas está dedicada a la Virgen del Rosario (imagen barroca del siglo XVII de mármol genovés y que es obra del escultor Vicente Algardi), y al enterramiento de los cuerpos de ciudadanos gaditanos que contribuyeron a la construcción de la Catedral.
  2. Otra de las capillas es de planta circular, posee una bella reja de estilo isabelino y un Cristo de Aguiniga del siglo XVII que fue traído de México. Esta capilla es conocida como la de los obispos, ya que en ella,  descansan los restos humanos de aquellos eclesiásticos que ocupaban un cargo importante en la jerarquía de la Iglesia (los prelados) y que fallecieron en Cádiz desde que la Catedral fue consagrada.
  3. En la tercera capilla se encuentran los restos de dos célebres gaditanos, Manuel de Falla y José María Pemán.




La cripta está construida con piedra ostionera y es una clara demostración de los conocimientos de Vicente Acero y Arebo en cantería y resistencia de materiales, circunstancia que sólo se repite dentro de España en la Catedral de Lugo, aunque la bóveda es de menor tamaño. En otras catedrales de América latina sí se da esta característica, ya que toman como modelo la catedral de Cádiz. Hay que destacar una peculiaridad de la cripta de Vicente Acero y es que repite los sonidos emitidos en su centro hasta 15 veces su potencia.

Por comentarios de primera mano de amigos míos, dicen que es impresionante escuchar el sonido del mar en este lugar, sorprende y llega a asustar, dependiendo de la persona...



INTERIORES.

Aquí destaco brevemente las partes interiores de la catedral que se permiten ver sin tener que abonar dinero para la entrada a la catedral con la única excepción del templete, cuya imagen es tomada de internet.

          

Retablo neoclásico con escultura en mármol  de San Pablo,  obra de Esteban Frugone (1672)





Entrada a la catedral, se aprecia la nave central y lateral de la catedral, las columnas de un ancho considerable para aguantar mejor el gran peso de la construcción, la base de estas son de mármol de color marrón y negro, el capitel es corintio y sobre el ábaco reposa el peso de los arcos de las naves. La escultura  en  mármol de San Pedro, obra del escultor italiano Esteban Frugone (1672) decora el retablo neo-clasicista de la nave secundaria (situada al fondo).




En el altar mayor se encuentra un templete, que sigue el trazado de Machuca, de estilo neoclásico, sostenido por columnas pareadas de mármol con base y capiteles de bronce dorado, cubierto por una cúpula sobre zócalo, que fue erigida por el escultor José Frapolli Pelli, y en su interior se encuentra el sagrario, sobre el cual se sitúa una pequeña imagen de la Inmaculada Concepción, realizada por Francisco de Villegas.




 EN LA ACTUALIDAD.

La catedral de Cádiz es una gran fuente de ingresos, es el eje de las actividades turísticas de la ciudad, prácticamente todos los extranjeros la visitan como monumento de mayor importancia de esta localidad, es una fuente de historia, de arte y de cultura española, que no solo es visitada por extranjeros, sino por muchos ciudadanos españoles y los propios gaditanos, yo mismo, en actividades programadas por el colegio, la he visitado en varias ocasiones.

La catedral abre sus puertas, no solo para el turismo, sino también para los fieles que aquellos domingos a las 12:00 del mediodía sigan el acto litúrgico, o la misa.

La catedral es una fuente de conocimiento, a lo largo de los años se fueron recopilando y almacenando libros, pentagramas, planos, etc. cualquier fuente de conocimiento escrita, hecho que se agradece en la actualidad, ya que nos permite conocer más sobre nuestro pasado, por ejemplo, se guardan:
  • Partituras del famoso Te deum, que el maestro Zabala compuso para la proclamación de la constitución de 1812.
  • Actas capitulares, se recogen todos los acuerdos generados en el cabildo a lo largo de los años, sucesos como el maremoto, actos relacionados con la constitución de 1812, el periodo en que Cádiz se hallaba sitiada por los franceses, etc.


 En Semana Santa, tiene lugar el periodo de mayor agitación y movimiento de la catedral, la ilusión de los devotos es máxima, hay interés por ver las imágenes que suelen exponerse al público los periodos anteriores al inicio de la semana santa, para aquellas personas que viven la semana santa de una manera especial es un momento de importancia, algo personal, gente que hace promesas, etc.  la entrada y salida de procesiones y pasos es continua, lo cual imposibilita el moverse por las estrechas calles del casco de Cádiz, algo que resulta molesto, para mí, pero también reconozco que las procesiones guardan una belleza que tampoco se debe pasar por alto, muchas cofradías llevan siglos en funcionamiento.

Recuerdo la salida de la Virgen de la Soledad de la catedral el año pasado, fue algo que califico de interesante, es un momento que transmite muchas ideas, puedes ver a la derecha a una persona llorando (hay gente que vive la semana santa de manera intensa) y a la izquierda un hombre totalmente enfadado, porque no puede moverse por culpa de las “dichosas” procesiones y yo me encontraba descansando y desconectando del estrés del colegio en esa gran semana. Pero la  función vital de la catedral en mi opinión la explico a continuación.

Es una pena que el estado de la catedral por dentro sea el actual, no se aprecia del todo, pero están colocadas unas redes para contener la caída de posibles cascotes del techo, la calidad de los materiales empleados y el tiempo son los enemigos de esta catedral, que como representante de la belleza artística de la zona y de España, de la estética, debería de ser restaurada con la mayor premura.

Es necesario mantener este símbolo arquitectónico, no solo como valor material, sino moral, correspondiéndose con los valores morales que ha defendido la iglesia a lo largo del tiempo, destacando la solidaridad, la ayuda al más necesitado, la suma de apoyos de los diferentes voluntarios que coordina la iglesia, hace posible realidades solidarias como: 
  • Una atención personalizada: social, educativa, y sanitaria a aquellas personas necesitadas, generalmente personas que han perdido sus hogares, gente denominada “los sin-techo”, gracias a la colaboración de personas contratadas y de un gran número de voluntarios, se consigue dar este tipo de ayudas sociales.
  •  Apoyo en la tramitación y gestión de prestaciones: ayudas económicas, pensiones… tanto del Sistema Público de Servicios Sociales, como de otros sistemas de Protección Social.
  •  Programas de atención individualizada.

 Son por estas razones por las que yo demando una correcta gestión de nuestro patrimonio cultural contemporáneo, más allá de la creencia o no creencia, la fe… aquí, esta catedral, simboliza el desarrollo, lo estético y lo ético de nuestra sociedad actual.






WEBGRAFÍA










BIBLIOGRAFÍA

De la Sierra Fernández, Alonso, Guía artística de Cádiz, Sílex ediciones, Cádiz,  1995

Antón Solé, Pablo, La Catedral Nueva de Cádiz, Caja San Fernando, Sevilla,  1993.


CONTENIDO MULTIMEDIA PROPIO

El vídeo y las dos primeras imágenes de “INTERIORES” son de producción propia.





PABLO DEL RIO MÁRQUEZ – 2A - BACHILLER CIENCIAS -
Hernán Cortés.

Hernán Cortés.



Hernán Cortés nació en la Villa de Medellín, Badajoz, en 1485. Procede de una familia de hidalgos de Extremadura; es hijo único, y sus padres fueron el capitán Martín Cortés y Monroy y Catalina Pizarro de Altamirano. A sus catorce años, ingresó en la Universidad de Salamanca, donde estudió dos años de leyes, aunque no llegó a graduarse.


En 1504, viajó a las Indias, recién descubiertas por Colón, con el cargo de secretario de Nicolás de Ovando, gobernador de La Española, en lo que ahora es Santo Domingo.

Posteriormente, participó en la expedición y conquista de la Isla Fernandina, Cuba, en 1511. Fue secretario del gobernador Diego Velázquez con quién acudió a dicha expedición y este le nombró alcalde de la nueva ciudad de Santiago de Barbacoa. Más tarde, fue carcelado por conspirar contra Velázquez y, una vez en libertad, Hernán, se casó con la cuñada de este, llamada Catalina Juárez. Diego Velázquez le nombró jefe de la expedición que se estaba llevando a cabo para seguir con los descubrimientos en la costa de Yucatán al ver las riquezas traídas de México por Hernández de Córdoba. 

El gobernador armó una tercera expedición el 23 de octubre de 1518, misma que le confió a Hernán Cortés. Sin embargo, el empeño que mostró éste hizo que aquél desconfiara y le retiró la encomienda; pero Cortés se hizo a la mar antes de recibir la notificación.

Con once barcos, unos seiscientos hombres, dieciséis caballos y catorce piezas de artillería, Hernán Cortés navegó desde Santiago a la villa de Trinidad, y posteriormente a La Habana; finalmente zarpó de la isla el 10 de febrero de 1519 con rumbo a Cozumel, al mando del barco San Pedro. Llegó a Cabo Catoche, donde se encontró con un náufrago español, Jerónimo de Aguilar, quien hablaba el maya y posteriormente sería un valioso intérprete.

Desobedeciendo órdenes expresas del gobernador Velázquez, fundó en la costa del golfo de México la ciudad de Villa Rica de la Veracruz; por ser el Viernes Santo, día de la Verdadera Cruz. Allí tuvo noticias de la existencia del imperio azteca en el interior, cuya capital se decía que guardaba grandes tesoros, y se apresuró a su conquista.

Para evitar la tentación de regresar que amenazaba a muchos de sus hombres ante la evidente inferioridad numérica, Hernán Cortés hundió sus naves en Veracruz. Logró la alianza de algunos pueblos indígenas sometidos a los aztecas, como los toltecas y tlaxcaltecas. Antes de dirigirse hacia Tenochtitlan, Cortés llegó a Cholula, ciudad tributaria y aliada de los mexicas con una población de treinta mil habitantes, que tenía un arraigado culto a Quetzlcoatl. Una comitiva de cholultecas salió al encuentro del ejército de Cortés siendo recibidos y hospedados cuatrocientos españoles y cuatrocientos totonacas dentro de la ciudad, pero los dos mil tlaxcaltecas a quienes consideraban enemigos, debieron acampar en la periferia. Durante dos días el trato para los recién llegados fue hospitalario; poco después, las autoridades cholultecas comenzaron a evadir a Cortés y sus capitanes, ya que habían recibido en forma secreta instrucciones de Moctezuma para realizar una emboscada y aniquilar a los españoles. Pero como Cortés se enteró de esto, a la mañana siguiente el conquistador, anticipándose, capturó a los líderes cholultecas. Con una señal prevista mandó a su ejército a realizar un ataque preventivo, provocando la llamada matanza de Cholula. Más de cinco mil hombres murieron en menos de cinco horas bajo el acero de las espadas españolas y la furia incontrolable de sus aliados tlaxcaltecas y totonacasTambién se dio la orden de incendiar casas y templos. A pesar de haber sido una acción preventiva, muchas de las víctimas fueron civiles cholultecas que se encontraban desarmados.


 
Después de saquear Cholula, llegó a la capital azteca, Tenochtitlán, el 8 de noviembre de 1519, donde fue recibido pacíficamente por el emperador Moctezuma. Tras una breve presentación, hubo un intercambio de regalos. Cortés entregó a Moctezuma un collar de cuentas de vidrio que se llamaban margaritas y el gobernante entregó al caudillo un collar con ocho camarones de oro. 














Posteriormente los españoles fueron alojados en el palacio de Axayácatl, cercano al recinto sagrado de la ciudad. Este pueblo indígena identificó a los españoles con seres divinos y a Cortés con el anunciado regreso del dios Quetzalcoátl, lo que favoreció quizá, esta acogida a unos extranjeros que enseguida empezaron a comportarse como invasores ambiciosos y violentos; ya que, durante su breve estancia, los españoles descubrieron accidentalmente tesoros escondidos en una de las recámaras principales del suntuoso palacio de Axayácatl.


Entonces tuvo que dejar la ciudad a su lugarteniente Alvarado, para hacer frente a las tropas de Pánfilo de Narváez, enviadas por el gobernador Velázquez para castigar su rebeldía y devolverle a Cuba; Cortés los derrotó en Cempoala y consiguió que se uniese a él la mayor parte del contingente (1520). Cuando regresó a Tenochtitlán, encontró una gran agitación indígena contra los españoles a causa de los ataques realizados a sus creencias y símbolos religiosos y de la matanza de sus nobles por Alvarado para desbaratar una supuesta conspiración. Hizo prisionero a Moctezuma e intentó que éste mediara para calmar a su pueblo, sin lograr otra cosa que la muerte del emperador. 

El conquistador decidió huir con su pequeño ejército. No obstante, la maniobra fue descubierta y los mexicanos atacaron a los fugitivos, muriendo muchos de ellos: aquella sangrienta retirada es recordada en los anales de la historia con el nombre de "la noche triste".

Cortés consiguió rehacer su ejército y en octubre del mismo año inició su segunda marcha sobre México. Tras una sangrienta lucha cuerpo a cuerpo, el nuevo jefe azteca Guatemotzin, fue capturado y Tenochtitlán cayó definitivamente.

Los detalles de la conquista de México, así como los argumentos que justificaban las decisiones de Hernán Cortés fueron expuestos en las cuatro Cartas de relación que envió al rey.
 
                                                     Tenochtitlan, mural de Diego Rivera.

El 15 de octubre de 1522 Cortés fue nombrado Capitán General de la Nueva España, por Carlos V.

 

En 1528 viajó a España donde fue recibido por el emperador Carlos V, quien le confirmó el nombramiento, le otorgó además el título de Marqués del Valle de Oaxaca y le concedió veinte mil vasallos.

Cortés se retiró a vivir en su palacio de Cuernavaca, en compañía de su madre y de su esposa.

Continuó sus actividades y en 1532 sus naves exploraron el mar del sur descubriendo el mar de Cortés o Golfo de California.

A la llegada del primer virrey a la Nueva España, éste comisionó a Vázquez de Coronado para que fuera a los países de Cíbola, en busca de riquezas. Cortés protestó por esto y se embarcó nuevamente a España, en compañía de su esposa y de su único hijo, Martín Cortés. Allá fue recibido por el Consejo de Indias; sin embargo no fueron resueltas sus peticiones.

Su espíritu aventurero lo hizo emprender la expedición a Argel, en donde sufrió un accidente debido a una tormenta. En este naufragio que sufrió, perdió la mayor parte de sus bienes y tras ello todavía abatido, permaneció en la corte durante seis años esperando el reconocimiento de sus reclamaciones. Siguió viviendo con cierto desahogo durante unos años hasta que, amargado y decepcionado, murió en Castilleja de la Cuesta, cerca de Sevilla, el 2 de diciembre de 1547.



Casi al término de su vida fundó el hospital de Jesús Nazareno que a la fecha existe, en la ya Ciudad de México, y solicitó el envío de misioneros para evangelizar a los indígenas. En este lugar descansan ahora sus restos.












Hospital de Jesús.


Trabajo realizado por: Lucía Roldán Molinero 2º Bach-B.
BIBLIOGRAFÍA:

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